jueves, 23 de octubre de 2014

DIETA ANTIOXIDANTE__DMAE



En el aspecto biológico de la vida se involucran una serie de fenómenos en las células, órganos y sistemas que afectan al proceso de actividad bioquímica y funcional del organismo en su globalidad.

Este proceso está evidentemente acompañado por modificaciones visibles e invisibles de la condición biológica del organismo. Hoy se hace referencia a la entidad de los fenómenos biológicos-oxidativos, a la eficiencia de las membranas biológicas y al patrimonio antioxidante.
En los últimos años, la literatura nutricional ha recogido abundantes desórdenes alimenticios que involucran a la sociedad occidental en un proceso acelerado de oxidación, envejecimiento y con las enfermedades relacionadas, como cáncer, diabetes, arteriosclerosis, patologías oculares (retinopatía, degeneración macular senil, cataratas), cutáneas, cerebrales, o neurovegetativas.
Los radicales libres son micropartículas con cargas iónicas no neutralizadas, se producen de forma normal en nuestro organismo porque son imprescindibles para muchas reacciones químicas pero una generación excesiva de los mismos produce la destrucción celular y con ello la lesión de tejidos y órganos. Debido a que tienen electrones de situación inestable, van buscando en el organismo otras moléculas con las que estabilizarse tomando electrones de las mismas. Esto es lo que puede conducir al daño de proteínas, grasas, carbohidratos, ADN y ARN, alterando su estructura y su función.
Se conoce como fenómeno de estrés oxidativo aquel que acelera este proceso. Las causas de aparición de estrés oxidativo pueden ser debidas a enfermedades crónicas como el cáncer, la artritis, la diabetes o el propio envejecimiento endógeno. Pero también hay causas exógenas capaces de generar un potente estrés oxidativo, entre ellas la exposición a la radiación ultravioleta, la presencia de toxinas, el tabaquismo, las infecciones, la ingesta de antibióticos o la quimioterapia.
  

Los radicales libres se generan básicamente a partir del oxígeno en varias de sus formas moleculares:
  • Oxígeno simple O2
  • Radical hidroxilo OH
  • Peróxido de hidrógeno H2O2
  • Radical hidroperóxido HO2
  • Anión superóxido O-2
La mejor estrategia para mejorar esta situación es favorecer la absorción óptima de antioxidantes como parte de la prevención, sobre todo con alimentos naturales.
Los antioxidantes son sustancias que reaccionan fácilmente con los radicales libres y los neutralizan, impidiendo así el daño a las células. Son un grupo de vitaminas, colorantes naturales, minerales y enzimas que se encuentran en los vegetales, lo que explica que sea tan beneficioso incluir frutas, legumbres, cereales integrales, hortalizas y verduras en nuestra dieta diaria.
Fruta y vegetales apropiados con contenido expreso en vitamina C, B, caroteno, licopeno, flavonoides o fenilo, pueden constituir una adecuada defensa natural antioxidativa. Junto a ello, la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados (ácidos omega 3) de reconocida eficacia en los procesos de optimización funcional de órganos como el cerebro, la piel, pelo o retina. Junto a ellos es importante la ayuda de algunos oligoelementos.


Tipos de Antioxidantes

  • Antioxidantes de membrana(actúan porque son solubles en grasas y las membranas celulares están hechas básicamente de grasa).
    • Vitamina E (maíz, avellanas, cacahuetes, germen de trigo y aceite de oliva).
    • Vitamina A y beta-carotenos (verduras de color verde y de color anaranjado como zanahorias o espinacas. Además, otras frutas como cerezas o melón y productos como el aceite de soja o el bonito fresco).
  • Antioxidantes móviles(son solubles en agua y por tanto puede estar en todas partes, incluido el nivel intracelular).
    • Vitamina C (kiwi, guayaba, pimiento rojo, fresa, cítricos y crucíferas como coliflor o brócoli).
    • Coenzima Q 10 (vísceras animales, caballa, espinacas, soja, cacahuetes).
  • Otros antioxidantes
    • AA sulfurado: L-cisteína (legumbres y coles).
    • Oligoelementos (elementos poco abundantes en la corteza terrestre).
    • Zinc (cereales, ostras y frutos secos).
    • Selenio (huevos, setas y cereales).
    • Cobre (hígado, riñón, mollejas, carnes, legumbres y frutos secos).
  • Protectores
    • Flavonoides: pigmentos naturales con abundantes radicales fenólicos que ligan radicales libres. (verduras de hoja verde, frutas rojas, moradas y cítricos).
    • Isoflabonas: previenen la oxidación de los LDL(Soja).
    • Licopenoides: pigmento carotenoides con alto poder neutralizador de radicales libres (tomate).
    • Vitamina B6 (leche, levadura de cerveza, vegetales)



Algunos de los alimentos más adecuados son:


  • Los aguacates (una rica fuente de vitamina E).
  • Las bayas: moras, fresas, frambuesas o arándanos, que tienen un alto contenido en betacarotenos.
  • El brécol (rico en betacarotenos y vitamina C, así como oligoelementos antioxidantes como zinc y selenio).
  • El repollo y todas las coles en general (muy ricos en vitamina C).
  • Las zanahorias (ricas en betacarotenos).
  • Los cítricos (vitamina C).
  • Las uvas (que contienen hasta veinte antioxidantes, a destacar el resveratrol).
  • Las cebollas (sobre todo las moradas , muy ricas en flavonoides)..
  • Las espinacas (ricas en pro-vitamina A, C y E, potente antioxidante)
  • Los tomates (ricos en licopenos).


lunes, 13 de octubre de 2014

DMAE desde St. ERIK



La degeneración macular asociada a la edad es una enfermedad que afecta a la mácula, el área central de la retina donde se tiene la visión del 100 %. La enfermedad avanza de manera insidiosa o de forma aguda . Ambas formas afectan la visión en diversos grados. 
La macula permite ver la zona central de nuestra agudeza. Cuando se afecta,  podría dar lugar a distorsiones o niebla central que hace difícil leer, escribir, mirar algo de cerca. 


La degeneración macular asociada a la edad es una enfermedad que afecta a una de cada diez personas de entre 65 y 75 años de edad, y a una de cada 5 personas mayores de 75 años.  
El interior del ojo está tapizado de una fina membranosa llamada retina . Ver se compone de millones de pequeñas células visuales, y actua como una especie de película que captura lo que vemos. Las células visuales convierten luego la imagen en señales eléctricas enviadas al cerebro, donde aparece la "imagen". 
La retina central es una amplia área de 2-3 mm llamada mácula . Es Una zona especialmente sensible donde la imagen es más nitida, y he aquí que por tanto la degeneración es grave por su morbilidad. 


Hay dos tipos diferentes de degeneración macular - una seca y otra húmeda. 
La forma seca es más común y representa el 80 % de los casos. El cambio avanza lentamente y poco a poco se rompen las células visuales de la mácula, por unos depósitos de desecho.  
La forma húmeda es mucho más rara . Aparecen neovasos detrás de la retina que pierden sangre, y aparece liquido debajo de la mácula.  
La forma seca tiene un curso insidioso. Los síntomas hacen que se reduzca lentamente la agudeza visual. En el centro del campo de visión, aparecen pequeñas manchas, o experimentan letras con pobre enfoque. Algunas personas ven difícil reconocer las caras ...todo se ve borroso .  


La forma húmeda generalmente es rápidamente programable. El síntoma principal es que las lineas rectas se ven torcidas, y las caras están distorsionadas. Con el tiempo, la visión en el centro del campo visual está perdido, y ves una mancha borrosa central. 
Estudios Internacionales han demostrado que comer frutas y verduras, y evitar fumar, reduce el riesgo de la enfermedad . 
La Investigación sobre la degeneración macular actualmente está en una fase intensiva. Hay nuevos medicamentos en ensayos clínicos para la forma húmeda.


Actualmente no existe tratamiento eficaz para la degeneración macular seca . Sin embargo, la detección temprana asociada con cambios en los hábitos alimenticios (vitaminas y minerales) son esenciales para detener y estacionar la enfermedad.


viernes, 10 de octubre de 2014

DIETA y DMAE




Conozca las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría sobre aspectos específicos de la nutrición y el ejercicio para niños de todas las edades y etapas de desarrollo, desde la primera infancia hasta la adolescencia. Fomentar el ejercicio y el consumo de alimentos sanos desde la niñez redundará en la formación de buenos hábitos que le acompañarán el resto de su vida.

Según diversas investigaciones, entre ellas el Estudio de Enfermedades Oftálmicas Relacionadas con la Edad (AREDS, por sus siglas en inglés) el cual fue financiado por el Instituto Nacional de Ojos, los alimentos con alto contenido de vitaminas C y E, zinc, luteína, zeaxantina y los ácidos grasos omega 3 DHA y EPA son buenos tanto para la salud ocular como para la salud general. El uso de estos nutrientes se asocia con un riesgo menor de degeneración macular relacionada con la edad (DMAE),cataratas y ojo seco en la edad madura. Consumir alimentos sanos produce beneficios a cualquier edad.



Los cítricos, los aceites vegetales, las nueces, los cereales integrales, las verduras de color oscuro y los pescados de agua fría son excelentes para la salud ocular.
Más aun, ingerir alimentos con un bajo índice glucémico (IG) ofrece un beneficio potencial para las personas con diabetes o degeneración macular relacionada con la edad o para quienes estén a riesgo de padecerlas. La mayoría de las personas con diabetes y aquéllas que han seguido una dieta con bajo índice glucémico para perder de peso conocen bien las tablas de alimentos con bajo IG. El índice glucémico representa la velocidad a la cual los carbohidratos contenidos en un alimento aumentan los niveles de glucemia (azúcar sanguíneo); los alimentos con bajo IG producen menos fluctuaciones de la glucemia.
El más reciente y amplio estudio científico sobre DMAE y suplementos nutricionales (AREDS2) ha demostrado que algunas vitaminas antioxidantes y el cinc pueden reducir el impacto de DMAE en algunas personas.


El estudio reveló que las personas con un mayor riesgo de desarrollar una etapa tardía de degeneración macular y que mantuvieron un suplemento dietético de vitamina C, E, luteína y zeaxantina conjuntamente con cinc y cobre, redujeron el riesgo de que la enfermedad progrese a etapas avanzadas en por lo menos un 25 por ciento. El mismo tratamiento no pareció lograr los mismos resultados entre personas sin DMAE, o en las primeras etapas de la enfermedad.
Los suplementos nutricionales que resultaron ser beneficiosos, contienen:
  • Vitamina C (500 mg);
  • Vitamina E (400 IU);
  • Luteína (10 mg);
  • Zeaxantina (2 mg);
  • Óxido de zinc (80 mg); and
  • Óxido de cobre (2 mg).



Los niveles de antioxidantes y cinc que demostraron ser eficaces en el retraso de la progresión de DMAE no deben ser consumidos dentro de una dieta regular solamente. Estas vitaminas y minerales son recomendados en cantidades diarias específicas como suplementos para una dieta sana y equilibrada.
Algunas personas prefieren no tomar altas dosis de antioxidantes y cinc por razones médicas. El estudio no reveló evidencia alguna de que el tratamiento pueda ser tóxico.
Otro estudio significativo en mujeres demostró los beneficios del consumo de ácido fólico y vitaminas B6 y B12. Así como con el resveratrol, acido lipoico, gikgo biloba y otros.


Otras investigaciones han demostrado que el consumo de verduras de hoja verde oscura, y de frutas y vegetales coloridos ricos en luteína y zeaxantina, pueden reducir su riesgo de desarrollar DMAE.
Nosotros, en nuestra experiencia con estas medidas, y gracias al control de las drusas con la OCT, establecemos que en la DMAE seca ( que supone un 90 % de éstas) se estabilizan estos depositos en retina, con lo que se consigue que los pacientes mantengan una muy aceptable agudeza en los 7 años en estudio ( tiempo de nuestro trabajo).



jueves, 2 de octubre de 2014

DMAE y, ... las SARDINAS



La degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una de las principales causas de ceguera en el mundo, puede ser combatida mediante el consumo de sardina.
Esta patología es un trastorno degenerativo que incide en la zona central de la retina, denominada mácula. De esta manera, al ser una de las áreas más delicadas del globo ocular, genera un notable déficit en la visión. Líneas onduladas – que en realmente son rectas- así como puntos negros en la vista, son algunos de los síntomas de esta enfermedad.


Usualmente, la afección comienza a manifestarse a los 55 años de edad. No obstante, su desarrollo puede ser atenuado si es detectada tempranamente. Una de las opciones para lograr este efecto es el consumo de algún pescado azul rico en omega 3, como las sardinas. La incorporación de vegetales y una higiene apropiada también son factores que contribuyen a este fin.
El factor de riesgo preponderante de esta alteración de la vista es la edad. Mientras más años se tengan, mayor es el riesgo de sufrir la degeneración macular. Por ende, las mujeres son las más afectadas, debido a que tienen un promedio de vida superior al de los hombres.


Sin embargo, también hay otros aspectos que hacen a un paciente más propenso a padecer la DMAE. Eltabaco, los problemas relacionados al colesterol alto, la obesidad o enfermedades visuales anteriores también pueden favorecer la aparición de esta patología.
Las personas que sufren la enfermedad pueden tener una buena calidad de vida, ya que el tratamiento apropiado reduce el déficit y, además, agudiza la vista.
Hay dos clases de degeneración macular: la variante seca y la húmeda. La primera cuenta con un progreso más lento, simple de detectar. Sin embargo, posee un porcentaje de aparición más alto. Por su parte, de generación macular húmeda incide de manera directa y rápida en el ojo.


Una detección precoz es primordial para no llegar a la ceguera. Por este motivo, es aconsejable a las personas mayores de 50 años de edad asistir al oftalmólogo de manera periódica, aunque no se perciban anomalías.
Los tratamientos médicos para contrarrestar la degeneración macular son mas eficaces mientras antes de diagnostique la afección. Ya sabiendo la existencia del trastorno, el oftalmólogo lleva a cabo una serie de inyecciones en el interior del globo ocular para impedir que el líquido que causa el déficit salga. Asimismo, se procede a realizar una tomografía óptica de coherencia.