La degeneración macular
relacionada con la edad (DMRE)
es una lesión de la mácula. La mácula es un área pequeña en la retina (un tejido sensible a la
luz que recubre la parte posterior del ojo). La mácula es la parte de la retina responsable por la visión central, la cual
permite ver detalles finos claramente.
La mácula representa sólo una pequeña parte de la retina, sin
embargo, es mucho más sensible a los detalles que el resto de la retina
(llamada retina periférica). El buen funcionamiento de la mácula le permite
realizar actividades como enhebrar una aguja, leer letra pequeña o señales de
tránsito. La retina periférica le permite tener una visión lateral. Si alguien
está de pie a un lado de su visión, la retina periférica le ayuda a reconocer
la forma genérica de dicha persona.
Muchas personas mayores desarrollan degeneración macular como
parte del proceso natural de envejecimiento del cuerpo. Hay diferentes tipos de
problemas maculares, pero el más común es la degeneración macular relacionada
con la edad.
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La presencia de degeneración macular puede manifestarse
con síntomas tales como una visión borrosa, zonas oscuras o distorsión en la
visión central, y quizás una pérdida permanente de la visión central. Por lo
general, no afecta su visión lateral o periférica. Por ejemplo, si usted tiene
una degeneración macular avanzada, puede ver la silueta de un reloj, pero es
posible que no vea las manecillas que indican la hora.
Las causas de la
degeneración macular incluyen la
acumulación de depósitos llamados drusas por debajo de la retina, y en algunos
casos, el crecimiento de vasos sanguíneos anormales, también debajo de la
retina. Con o sin tratamiento, la degeneración macular por sí sola casi nunca causa
ceguera total. Las personas con estados más avanzados de degeneración macular
relacionada con la edad pueden seguir teniendo una visión periférica útil. En
muchos casos, el impacto de la degeneración macular en su visión puede ser
mínima.
Cuando la degeneración macular genera una pérdida de la
visión, por lo general comienza en un solo ojo. El otro ojo puede ser afectado
posteriormente.
Muchas personas no son conscientes de que tienen
degeneración macular hasta que el cambio en su visión es notable, o cuando es
detectada durante un examen ocular.
Tipos de degeneración macular: la degeneración macular
seca y la degeneración macular húmeda
Hay dos tipos de degeneración macular:
Degeneración macular seca o atrófica con drusas
La mayoría de las personas que tienen degeneración macular
desarrollan la forma seca. Esta condición es causada por el envejecimiento y
adelgazamiento de los tejidos de la mácula. Por lo general, la degeneración
macular comienza cuando unas partículas pequeñas de proteínas “grasosas” de
fucsina (drusas), que pueden ser amarillas o blancas, se forman por debajo de
la retina. Eventualmente, la mácula puede hacerse más delgada y dejar de
funcionar correctamente.
Con una degeneración macular seca, la pérdida de la visión suele
ser gradual. Las personas que desarrollan una degeneración macular seca deben
hacer un seguimiento cuidadoso y constante de su visión central. Si usted nota
algún cambio en su visión, avise a su oftalmólogo de inmediato, ya que la
condición seca puede transformarse en una degeneración macular húmeda
(exudativa), la cuál es mucho más perjudicial. Si bien no existe ningún medicamento o tratamiento para la
degeneración macular seca, algunas
personas pueden beneficiarse con un régimen de vitaminas especial para
esta condición.
Si usted ha sido diagnosticado con una degeneración
macular seca, debe utilizar quincenalmente una gráfica llamada cuadrícula de
Amsler. Debido a que la degeneración macular seca puede transformarse en húmeda
(una condición más perjudicial), esta cuadrícula le ayuda a hacer un
seguimiento rutinario de su visión. Para usar la cuadrícula de
Amsler, asegúrese de que haya buena luz y use sus lentes de lectura,
manteniendo la gráfica a unos 45 cm de distancia .
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Cúbrase un ojo.
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Mire directamente al punto central
con el ojo descubierto y mantenga el ojo enfocado en él.
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Mientras mira directamente al punto
central, observe si todas las líneas de la cuadrícula son rectas o si hay áreas
que estén distorsionadas, borrosas u oscuras.
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Repita el procedimiento con el otro
ojo.
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Si alguna parte de la cuadrícula se
ve ondulada, borrosa u oscura, póngase en contacto con su oftalmólogo
inmediatamente.
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Si detecta cualquier cambio en su
visión al mirar la cuadrícula, notifique a su oftalmólogo inmediatamente.
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Alrededor de un 4 por ciento de las personas que padecen
de degeneración macular tienen la forma húmeda. Esta puede causar más daño a la
visión central o la visión detallada que la forma seca.
La degeneración macular húmeda ocurre
cuando hay un crecimiento de vasos sanguíneos anormales por debajo de la
retina. Este crecimiento de vasos sanguíneos se llama neovascularización
coroidal (NVC), ya que crecen en la capa debajo de la retina llamada coroides.
Estos nuevos vasos sanguíneos pueden tener fugas de líquido o sangre, causando
visión borrosa o una visión central distorsionada. La pérdida de la visión con
este tipo de degeneración macular puede ser más rápida y más evidente que la de
una degeneración macular seca.
El riesgo de perder una visión detallada depende del
tiempo que tengan los vasos sanguíneos anormales para continuar creciendo o
producir fugas de líquido o sangre (entre más tiempo pasa, mayor es el riesgo).
Además, si el crecimiento de vasos sanguíneos anormales ocurre en un ojo,
existe el riesgo de que lo mismo ocurra en el otro ojo. Mientras más temprano
se diagnostique la degeneración macular húmeda, más posibilidades hay de poder
preservar algo o gran parte de su visión central. Por eso es muy importante que
usted y su oftalmólogo supervisen la visión de cada ojo cuidadosamente.