Asociación entre drogas antiplaquetarias o anticoagulantes y
hemorragia retiniana y subretiniana en la comparación de ensayos sobre
tratamientos contra la degeneración macular asociada con la edad (DMAE).
La población mayor de
65 años está en aumento en los Estados Unidos, con el correspondiente
incremento de la carga que representan patologías asociadas con la edad como
las cardiovasculares y DMAE. Tanto las drogas antiplaquetarias como la aspirina
y anticoagulantes como warfarina y clopidogrel se utilizan comúnmente para
tratar enfermedades cardiovasculares. El uso de dichas drogas está asociado con
riesgo de sangrado, incluyendo hemorragias intracerebrales y
gastrointestinales. Sin embargo, tal efecto no está claro en las hemorragias
oculares.
Los resultados de los
estudios sobre el tema son contradictorios y no definitivos. El presente
estudio evaluó la asociación entre drogas antiplaquetarias y anticoagulantes y
hemorragias retinianas o subretinianas entre los participantes del CATT.
En dicho estudio se identificaron una gran cantidad de casos de
hemorragias retinianas o subretinianas en línea de base, mediante las
fotografías de fondo de ojo, además se reunió información detallada sobre el
uso de antiplaquetarios y anticoagulantes, proporcionando una oportunidad para
estudiar dicha asociación.
Participaron los
pacientes del CATT con DMAE neovascular activa no tratada (n=1185). Se
interrogó a los participantes sobre el uso de drogas antiplaquetarias o anticoagulantes.
Profesionales entrenados evaluaron las fotografías para detectar hemorragias
retinianas o subretinianas en línea de base y en el primer y segundo año. Se
estudio la asociación mediante modelo de regresión logística multivariante.
Hemorragia retiniana
(superior) en fotografía de fondo de ojo y en (inferior) angiograma
fluoresceínico. A) del tamaño de un disco o menos. B) de uno a dos discos y C)
más de dos discos.
La mitad de los
participantes del CATT presentaron hemorragia retiniana o subretiniana en línea
de base, la mayoría (84%) menores al tamaño de un disco. No hubo en general
asociación entre el uso de drogas antiplaquetarias o anticoagulantes y la
presencia o tamaño de las hemorragias retinianas o subretinianas. La asociación
fue la misma tomando solo drogas antiplaquetarias, solo anticoagulantes, cada
una de las drogas antiplaquetarias o anticoagulantes por separado o todas
juntas.
Tampoco hubo
asociación en pacientes que tomaban dosis más altas o durante mayor cantidad de
tiempo. Sin embargo, en los pacientes con hipertensión, el uso de
antiplaquetarios o anticoagulantes fue asociado con mayor proporción de
hemorragias retinianas o subretinianas en línea de base, pero no estuvo
relacionado con el tamaño de la misma ni con hemorragias nuevas o recurrentes
en el primer y segundo año.
El estudio más
parecido en diseño sobre dicha asociación es el de Kiernan et al. que evaluó
195 pacientes con DMAE neovascular de un centro de cuidados de tercera edad.
Encontraron que la proporción de pacientes con hemorragia ocular fue
significativamente mayor entre los 96 pacientes medicados que en los 99 no
medicados con anticoagulantes o antiplaquetarios. Los resultados de otros
estudios sobre el tema son también contradictorios. Los distintos resultados entre
estudios pueden deberse a diferencias en el tamaño de la muestra, selección de
participantes, dosis e intensidad de los tratamientos con antiplaquetarios o
anticoagulantes y método para determinar la presencia de hemorragias oculares.
En CATT incluyó 1165
participantes con DMAE neovascular de 43 centros. La presencia de hemorragias
la determinaron profesionales que evaluaron las fotografías sin saber si los
pacientes estaban medicados o no. Es importante señalar que se excluyeron del
estudio pacientes con hemorragia de vítreo o con agudeza visual peor de 20/320,
mientras que los estudios anteriores abarcaron todos los pacientes.
Podría ser que los
tratamientos con antiplaquetarios o anticoagulantes provoquen hemorragias de
vítreo o masivas y no hemorragias menores o subretinianas. Sin embargo,
en el CATT, tampoco hubo asociación con las hemorragias más importantes ni con
lesiones con 50% de sangre.
No obstante, en el
subgrupo con hipertensión en línea de base presentó un mayor riesgo de
hemorragias retinianas o subretinianas entre los consumidores de
antiplaquetarios o anticoagulantes con hipertensión. Solo se pudo observar,
además cierta tendencia de aumento del riesgo en subgrupos de análisis para
algunos agentes antiplaquetarios o anticoagulantes, dosis y duración del
tratamiento.
Dado que la
hemorragia ocular está asociada con mala visión, los pacientes con DMAE se
preocupan ante dicho riesgo. Algunos profesionales pueden verse tentados a
sugerir a los pacientes que eviten tomar agentes antiplaquetarios o
anticoagulantes que puedan ocasionar hemorragia ocular. Dichos agentes se
prescriben por riesgo de vida en general, y los resultados del presente estudio
y estudios sobre retinopatía diabética no han podido aportar pruebas que
justifiquen discontinuar tratamientos por temor a hemorragia ocular.
Los resultados del
presente estudio son importantes e indican que los pacientes no hipertensos que
requieran tratamiento con agentes antiplaquetarios o anticoagulantes deben
continuar dicho tratamiento en las dosis recomendadas sin temor a aumentar el
riesgo de pérdida de visión por hemorragias retinianas o subretinianas.
La mayoría de las
hemorragias retinianas o subretinianas en los participantes de CATT. El uso de
antiplaquetarios o anticoagulantes no estuvo significativamente asociado con
hemorragias, aunque si lo estuvo en participantes con hipertensión.
Estamos de acuerdo; siempre
valorando la salud general como premisa primera.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA