La presión intraocular
elevada se asocia con el síndrome metabólico (SM) en mujeres posmenopáusicas
El objetivo del estudio fue
investigar la asociación entre la presión intraocular y el síndrome metabólico
en función del estado la menopausia en las mujeres coreanas no-glaucomatosas.
Se examinó la relación entre
la presión intraocular y el síndrome metabólico en 4.524 mujeres coreanas no-glaucomatosas
(2.866 mujeres premenopáusicas y 1.658 mujeres posmenopáusicas) que
participaron en el Estudio Nacional de Salud 2008, y en la Encuesta de
Nutrición. Se utilizó un análisis de regresión lineal múltiple para evaluar la
relación entre el síndrome metabólico y la presión intraocular después de
ajustar por edad, índice de masa corporal, el estado, el consumo de alcohol, el
ejercicio regular, medicamentos para la
hipertensión, la diabetes y los medicamentos para dejar de fumar, de acuerdo a
la condición de la menopausia en dichas mujeres.
La prevalencia de SM fue de
5,4% en las mujeres premenopáusicas y el 28,0% en las mujeres posmenopáusicas.
La media de presión intraocular aumenta gradualmente de acuerdo con el aumento
del número de componentes del síndrome metabólico en mujeres posmenopáusicas (P
= 0,002), pero no en las mujeres premenopáusicas (P = 0,387). En el análisis de
regresión multivariable, la presión intraocular se asoció significativamente
con el síndrome metabólico en mujeres posmenopáusicas (P = 0,015) después de
ajustar las variables de confusión, pero no en las mujeres premenopáusicas (P =
0,940).
Como conclusión, podemos
afirmar que la presión intraocular se asocia con el síndrome metabólico en las
mujeres posmenopáusicas, pero no en las mujeres premenopáusicas. Estos
hallazgos sugieren que los cambios de la presión intraocular pueden estar
relacionados con el síndrome metabólico en mujeres posmenopáusicas.
En este estudio transversal,
se encontró una asociación positiva entre la presión intraocular y el síndrome
metabólico en mujeres posmenopáusicas no-glaucomatosas después de ajustar por
variables de confusión, mientras que no hubo tal asociación en las mujeres
premenopáusicas.
Nuestros resultados están de
acuerdo con estudios anteriores en algunos aspectos. Chang y col, en un estudio
sobre 1.044 adultos de Taiwán, informó que el número de componentes metabólicos
se asoció de forma independiente con la presión intraocular. La presión
intraocular aumentó significativamente con un mayor número de componentes del
síndrome metabólico después de ajustar por edad y sexo. Sin embargo, ese
estudio no presentó datos separados para hombres y mujeres, por lo que la
diferencia sexual no fue examinada con
detenimiento. En dos estudios de hombres y mujeres coreanas, Oh y col., y Lin y col. revelaron asociaciones significativas entre la
presión intraocular y el síndrome metabólico. Sin embargo, esos estudios no se
ajustan plenamente a los factores de estilo de vida como el tabaquismo, consumo
de alcohol y la actividad física, que son conocidos modificadores de la presión
intraocular. Por otra parte, se sabe
poco acerca de la asociación entre la presión intraocular y el síndrome
metabólico de acuerdo a la condición de la menopausia de las mujeres. Creemos
que el presente estudio es el primero en centrarse en el papel de la condición
de la menopausia en la relación entre la presión intraocular y el síndrome
metabólico.
Algunos mecanismos biológicos
explicativos pueden ser ofrecidos. En primer lugar, la resistencia a la
insulina, que es la característica principal del síndrome metabólico, podría
estimular la actividad simpática. La hiperactivación del sistema nervioso
simpático ocular aumenta la presión intraocular. Las mujeres premenopáusicas tienen actividad
parasimpático dominante y la actividad simpática de subordinación respecto a la
edad los hombres-emparejados, mientras que no hubo diferencias relacionadas con
el sexo en las mujeres de edad.
En segundo lugar, el
estrógeno podría influir directamente en los tejidos diana en el ojo, tales
como el epitelio ciliar, plexo vascular subepitelial, la malla trabecular, y el
plexo venoso epiescleral, y actuar sobre el flujo del humor acuoso. Algunos
estudios también informaron que la presión intraocular fue significativamente
menor en las mujeres que toman terapia de estrógeno que en las que nunca habían
tomado terapia de estrógenos. Además, el aumento de la testosterona en mujeres
postmenopáusicas pueden influir en el
grado de la presión intraocular. Algunos
investigadores han demostrado que el cambio en la relación de testosterona -
estrógeno después de la menopausia puede explicar la transición en las
enfermedades cardiovasculares mejor que la caída de los estrógenos. En este respecto,
las mujeres premenopáusicas con síndrome metabólico parecen tener menor presión
intraocular debido a la actividad simpática y atenúan la acción directa en el
ojo por el estrógeno. En las mujeres posmenopáusicas con síndrome metabólico,
los efectos protectores de los estrógenos pueden faltar, y estar más alta la
testosterona debido al aumento de la adiposidad, lo que podría influir en la
presión intraocular.
El estudio tiene algunas
limitaciones. En primer lugar, utilizó un diseño transversal, y se necesitan
estudios adicionales para establecer causa y efecto entre la presión
intraocular y el síndrome metabólico de acuerdo a la condición de la
menopausia. En segundo lugar, no podemos excluir totalmente los efectos de
sesgo de información porque este estudio se basó en una encuesta . Por lo
tanto, el estado de la menopausia y la historia de glaucoma se determinaron
mediante un cuestionario auto-administrado con la posibilidad de errores de
clasificación (por ejemplo, la subestimación), que puede haber introducido un
sesgo. Por último, no nos preguntamos por los niveles séricos de hormonas
sexuales y el uso actual de anticonceptivos orales, estrógenos y / o
progesterona, ya que este estudio utilizó datos secundarios .
Es un trabajo orientativo,
pero es preciso mejorar el diseño.
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