lunes, 5 de enero de 2015

RETINAS Y CELULAS iPS



Creadas a partir de células iPS, las nuevas estructuras permitirán recrear las condiciones patológicas de una forma más real que los modelos animales.


María Valeria Canto-Soler, catedrática de Oftalmología y directora del Centro de Investigación de la Degeneración Retininana de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos), y su equipo han desarrollado minirretinas humanas a partir de células madre de pluripotencialidad inducida (iPS). En un seminario impartido en la Facultad de Medicina de la Universidad Católica de Valencia (UCV), Canto-Soler ha expuesto que este proyecto posibilitará un abordaje más real de las patologías retinianas que el que posibilita los animales de experimentación, aunque también ha señalado que "debemos ser conscientes de que las aplicaciones prácticas no aparecerán en los próximos tres o cuatro años".


Según ha explicado la investigadora, el proyecto se inició en el año 2010 y el punto de partida fue, "en primer lugar, la preocupación por el número de enfermedades que llevan a la ceguera y que aún no cuentan con ningún tratamiento. A ello se sumó el entusiasmo que provocó el desarrollo de las células iPS por el grupo de Shinya Yamanaka en 2007, que abrió las puertas a unas posibilidades que resultaban inimaginables en esos momentos".
El resultado, cuatro años después, fue el desarrollo de unas minirretinas humanas creadas a partir de células iPS. "Nuestra idea era mucho más sencilla y, en principio, nunca pensamos que se iban a generar las retinas tridimensionales que se obtuvieron. Pero cuando empezamos a trabajar y vimos el potencial, pusimos todo nuestro empeño en tratar de llegar a esas estructuras y, con gran sorpresa, lo conseguimos", ha recordado la científica.
Respecto a las posibilidades que abre este trabajo, Canto-Soler ha apuntado que "estamos entusiasmados con las opciones que presenta", además de hacer hincapié en que permite abordajes "impensables hasta este momento", como el desarrollo de modelos de enfermedades "en el contexto celular humano o a partir de las propias células de los pacientes".


De este modo, ha añadido que "podremos generar o recrear las condiciones de la enfermedad de una forma mucho más real y cercana a lo que pasa en la retina del paciente". Gracia a ello, "a corto plazo lo que nos permitirá será empezar a evaluar potenciales fármacos que se puedan utilizar en un paciente concreto para tratar su enfermedad. Y a largo plazo, se encuentra la posibilidad de utilizar estas retinas o las mismas célula retinianas que se producen en el laboratorio para hacer trasplantes y poder regenerar las células que se están perdiendo en la retina de un paciente enfermo", y ha añadido que "es un objetivo que nos genera mucha ilusión y esperamos que llegue".
En relación a las patologías concretas que pueden beneficiarse de su labor, ha señalado que "el modelo necesita quizá un poco más de desarrollo para algunas enfermedades concretas, como por ejemplo la degeneración macular asociada a la edad, ya que se presenta a los 50-60 años de edad y el modelo en el laboratorio no se puede mantener tanto tiempo para recrear todas las características. No obstante, a nivel muy básico, se podrían empezar a estudiar mecanismos asociados a esta enfermedad. En cambio, hay otras enfermedades, como la retinopatía pigmentosa o el glaucoma, en las que el sistema que tenemos se puede aplicar más rápidamente".


Canto-Soler ha concluido con una dosis de realismo en relación a todo el proyecto de investigación: "Todo esto acaba de empezar y me parece muy importante transmitir a médicos y pacientes que estamos hablando de desarrollos a largo plazo. Podemos usar ya el sistema, pero no sería realista pensar que habrá tratamiento en un plazo de tres o cuatro años, ya que va a costar más tiempo".
Nuestra enhorabuena en estas mejoras con células iPS. Esperemos dejar atrás las células embrionarias. 


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