Degeneración Macular asociada a la
edad: Estudio de la Acumulación de Metales-Traza en Modelos
Celulares y Animales Mediante Técnicas Nucleares con Aceleradores de Partículas.
El proyecto está coordinado por las investigadoras Berta de la
Cerda Haynes, de CABIMER, e Inés
Ortega Feliu, del Centro Nacional de Aceleradores/Universidad de Sevilla. Inés
Ortega es miembro de la Asociación Mácula Retina.
El objetivo de este trabajo es definir la utilidad de la
tecnología y los modelos biológicos que se proponen para estudiar el impacto de
los metales pesados en
la salud de la retina. Se sabe que desequilibrios en los niveles de hierro,
cobre y cinc influyen en la enfermedad degenerativa de la retina. Para la
determinación de los niveles de metales-traza se utilizarán técnicas nucleares
con aceleradores de partículas en el Centro Nacional de Aceleradores.
A través de esta investigación, se espera poder determinar los
límites de detección alcanzables en este tipo de muestras y las condiciones del
procedimiento más adecuadas que permitan llevar a cabo los objetivos del
proyecto desde el punto de vista biológico. El proyecto se propone, además,
evaluar la posible relación entre el perfil genético y los niveles de metales.
Los resultados obtenidos servirán para proponer estudios sobre aproximaciones
terapéuticas, como la quelación o la suplementación orientadas a modificar los
niveles de metales-traza en la retina.
La degeneración macular asociada a la
edad (DMAE) es una enfermedad degenerativa de la
retina en la que se afecta la mácula, que es el área de visión central que
proporciona la agudeza visual y que permite percibir detalles finos y pequeños.
El paciente de DMAE con
afectación de la visión central, experimenta dificultades crecientes para
realizar actividades cotidianas como conducir o leer o incluso para discriminar
colores y reconocer rostros.
La DMAE,
al igual que otras enfermedades neurodegenerativas, es el resultado de la
interacción de factores medioambientales con la predisposición genética siendo
el principal factor de riesgo el envejecimiento. Se desconocen mayormente los
factores desencadenantes a nivel celular y molecular de la enfermedad.
Hay dos tipos de DMAE: la menos frecuente es la DMAE húmeda, en
la que se forman nuevos vasos sanguíneos en la retina y se producen hemorragias
y cicatrización y se trata con terapia
anti-angiogénica. La forma más frecuente de esta enfermedad
es la DMAE seca, en la cual se produce una degeneración progresiva de zonas del
tejido retiniano que se conoce como atrofia geográfica. Esta variedad
representa el 85-90% de los casos y actualmente no tiene ningún tratamiento.
La ausencia de terapias efectivas para revertir o enlentecer el
progresivo deterioro de la capacidad visual que causa la DMAE es
un serio problema de salud pública debido a que constituye la primera causa de
ceguera del adulto en el mundo occidental. Durante las
últimas décadas su prevalencia ha crecido sostenidamente debido al aumento de
la longevidad en los países desarrollados y al incremento en el número de
pacientes tratados por otras patologías oculares, que anteriormente
enmascaraban el diagnóstico de
DMAE. Se estima que aproximadamente 196 millones de personas
sufrirán alguna forma de DMAE en 2020 a nivel mundial.
Les deseamos los mejores resultados, aunque
pensamos que serán factores ambientales cuya influencia es escasa. La patogenia
oxidativa e isquémica es la más esperanzadora.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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