Evaluación del
tratamiento intravítreo con ocriplasmina
Evaluación, en
la práctica clínica, del efecto con la
inyección intravítrea de ocriplasmina, para resolver la tracción vitreomacular,
con y sin agujero macular de espesor completo.
La vitreolisis farmacológica con ocriplasmina es
una opción de tratamiento para ojos con tracción vitreomacular con o sin
agujero macular. Hasta 2013, cuando no existía la ocriplasmina, el único
recurso terapéutico para poder recuperar la visión en estos casos era la
vitrectomía con o sin extracción de la membrana limitante interna.
Las investigaciones realizadas mostraron en
diversos porcentajes (30 - 78%) que el tratamiento con ocriplasmina liberaba la
tracción vitreomacular y mejoraba la función visual en la mayoría de los casos.
Con frecuencia se informaron efectos adversos como pérdida de agudeza visual,
fotopsia o discromatopsia.
La disminución de la función visual estuvo
asociada con cambios en la estructura de la capa retiniana externa, tales como
alteraciones en la zona elipsoide o acumulación de fluido sub-retiniano. Estos
cambios, junto con la posibilidad de algunos efectos adversos graves como
desprendimiento retiniano desataron una discusión sobre el riesgo/beneficio del
tratamiento con ocriplasmina.
Los datos sobre la experiencia en la práctica
son limitados, debido especialmente a la escasa cantidad de casos y corto
periodo de seguimiento.
La finalidad del presente estudio fue evaluar
los resultados morfológicos y funcionales en la práctica mediante una serie
consecutiva de pacientes tratados con una sola inyección intravítrea de
ocriplasmina, para determinar los subgrupos que mejor responden al tratamiento
y describir la frecuencia y tipo de efectos adversos observados para poder
informar a los pacientes y hacer una buena selección.
En el
presente estudio retrospectivo intervinieron 82 pacientes sometidos a
tratamiento con ocriplasmina entre julio de 2013 y diciembre de 2016. 57 ojos
con tracción vitreomacular pura, 17 ojos con pequeños agujeros maculares y 8
ojos con agujeros maculares medianos.
En primer lugar se evaluó la liberación de la
tracción vitreomacular y el cierre de los agujeros maculares. En segundo lugar
se estudió la agudeza visual, cambios morfológicos y deterioro visual subjetivo
al mes, 3 y 6 meses.
En la presente serie de casos de un solo centro
oftalmológico, todos los pacientes sometidos a tratamiento con ocriplasmina
entre julio 2013 y diciembre 2016 fueron incluidos, menos los que abandonaron
el seguimiento antes de los seis meses.
En nuestro análisis, la liberación de la
tracción vitreomacular se logró en la mayoría de los casos cuando se respetó
una estricta selección de los pacientes.
La tracción fue liberada en 88% de los ojos con
tracción vitreomacular pura, mientras que el porcentaje total de
liberación después del tratamiento con ocriplasmina fue de 57% en todos los
ojos después de un período de seguimiento medio de 10 meses. De acuerdo con
estudios anteriores, los datos obtenidos refuerzan el valor de los factores de pronóstico
positivo para predecir la liberación de la tracción vitreomacular.
Sin embargo, el cierre del agujero macular se
logró en 32% de los casos de esta serie. Si 5 o más factores de pronostico
positivo estuvieron presentes, los casos con agujero macular mostraron 93% de
liberación de la tracción y solo 20% de cierre del agujero macular. Esto indica
que los factores de pronostico positivo no tienen el mismo valor para
pronosticar el cierre de los agujeros maculares.
Por el contrario hubo una correlación significativa
entre el diámetro del agujero y el cierre no quirúrgico del mismo. En esta
serie, 42% de los agujeros maculares pequeños se cerraron, y solo 13% de los
agujeros maculares medios lo hicieron. Muchos cirujanos recomiendan proceder
directamente con la cirugía macular en casos de tracción y agujero macular
mediano.
En los casos de tracción vitreomacular pura, la
tracción se libera en la mayoría de los casos y no se requiere tratamiento
adicional. Por el contrario, en los casos que además tienen agujero macular, a
pesar de la liberación de la tracción, muchos agujeros persisten y hasta
aumentan su diámetro con significativa reducción de la función visual. En estos
casos, la liberación de la tracción no es sinónimo de éxito del tratamiento o
de evitar la cirugía.
En el presente estudio, 55% de los pacientes
ganaron cinco letras o más, en comparación al 25% que perdió cinco letras o
más. Sin embargo, en 42% de los ojos se realizó vitrectomía durante el
seguimiento. Por lo tanto, el cambio en la agudeza visual de este estudio es en
parte resultado de la intervención quirúrgica.
Se sabe que estas alteraciones son responsables
de las quejas por pérdida de visión, visión borrosa, discromatopsia y otros
problemas visuales que se resuelven espontáneamente en un corto plazo, en la
mayoría de los casos.
La
vitreolisis farmacológica inducida con ocriplasmina es un tratamiento efectivo
para ojos con tracción vitreomacular. El éxito del tratamiento está fuertemente
relacionado con la selección de los pacientes basada en factores de predicción
positivos.
En ojos con tracción vitreomacular y agujeros
maculares no son determinantes los factores de predicción positivos, ya que la
liberación de la tracción no asegura el cierre de los agujeros maculares. De
acuerdo con nuestros resultados, sería más recomendable indicar el tratamiento
con ocriplasmina teniendo en cuenta el diámetro de los agujeros maculares.
Estamos totalmente de acuerdo, y así los
derivamos a nuestros centros de referencia. Hasta la fecha, bien indicada la inyección
de ocriplasmina, es eficaz.
OFTALMÓLOGO ESTEPONA
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