miércoles, 25 de julio de 2018

EDEMA DIABÉTICO y ...




Tratamiento del edema macular diabético
Comparación de la función visual y la mejora estructural en ojos pseudofáquicos con edema macular diabético tratados con implante intravítreo de 0,19 mg fluocinolona acetónida, en la práctica profesional.

Unos 422 millones de personas padecen diabetes en el mundo entero, un tercio a su vez padece retinopatía diabética, de los cuales otro tercio tiene edema macular diabético con riesgo para la visión.

 En los países desarrollados, el edema macular diabético (EMD) es una de las principales causas de ceguera en la población activa. El EMD se produce por deterioro de la barrera hemato retiniana y aumenta la permeabilidad vascular provocada por cambios anatómicos, bioquímicos  y proinflamatorios.
Durante muchos años el principal tratamiento para EMD fue el tratamiento láser, a veces complementado con inyecciones de corticosteroides. En los últimos años el láser ha sido reemplazado por el uso de agentes anti factor de crecimiento endotelial vascular (FCEV) (bevacizumab, ranibizumab y aflibercept.



Sin embargo, un porcentaje significativo de pacientes con EMC no responde al tratamiento con agentes anti FCEV. Fluocinolona acetónida 0,19 mg fue aprobado en 2013 como opción de tratamiento para casos refractarios a otros métodos, con eficacia y seguridad en los resultados. El objetivo del presente estudio fue evaluar la seguridad y eficacia del implante de fluocinolona acetónida en pacientes con EMD tratados en un mismo centro de Gran Bretaña.

Evaluación de los pacientes con EMD que no respondieron a tratamiento convencional, en un mismo centro oftalmológico y tratados con implante de fluocinolona acetónida. Se registraron los siguientes resultados: agudeza visual mejor corregida, evaluación de la mácula mediante TCO observando a) retina central y picos de espesor macular anuales. En cuanto a la seguridad se registraron nuevos aumentos de PIO >27 mmHg o cirugía anti glaucoma. Se excluyeron a los pacientes con <1 año de seguimiento. El seguimiento total fue de 3 años.

El efecto sobre la agudeza visual fue más significativo en los pacientes con EMD crónico de más de 3 años, en comparación con diagnósticos más recientes.  En el presente estudio, los resultados coinciden con el estudio FAME, con 50% de los ojos con una recuperación de 15 letras o más y observándose “seco” en la TCO a los tres años.



Hoy en día los pacientes serían tratados antes, ya que muchos de los pacientes de esta cohorte presentaron EMD de tres años antes de tratarse. La mayor duración del EMD con la correspondiente alteración de la arquitectura retiniana afecta los resultados visuales.

En el presente estudio, los efectos en los pacientes que respondieron al tratamiento se mantuvieron durante 36 meses. Asimismo estudiamos la necesidad de tratamiento suplementario durante dicho periodo de 3 años. 34% de los ojos tratados requirieron tratamiento suplementario al año, 60% a los 2 años y 83% a los tres años.

Ninguno de los pacientes necesitó volver a ser tratado con implante de fluocinolona acetónida durante los tres años. Esto reduce significativamente la carga del nuevo tratamiento al compararlo con el tratamiento con aflibercept, bevacizumab o ranibizumab. En un estudio reciente que informó un promedio de 9-10 inyecciones de dichas drogas son necesarias para controlar EMD en 12 meses.

También pudimos observar que el implante de fluocinolona acetonida es efectivo en ojos con vitrectomía. De los tres ojos con vitrectomía, solo uno requirió tratamiento suplementario  a los 1.8 años.



La principal preocupación con el implante de fluocinolona acetónida es la catarata y el glaucoma. 82-89% de los pacientes fáquicos presentaron cataratas luego del implante, durante los tres años de seguimiento, por lo que se recomendó restringir el uso en pacientes pseudofáquicos con EMD. Sin embargo, en la actualidad la cirugía de cataratas es muy exitosa y segura, por lo que podría discutirse la restricción del tratamiento con implante  FA, que es a su vez eficaz y seguro.

Aunque es menos común que las cataratas, la mayor preocupación es el aumento de la presión intraocular (PIO). En nuestros resultados los efectos adversos fueron significativamente menores que los informados en el estudio FAME, aunque en parte, puede ser debido a la menor cantidad de casos que llegaron al seguimiento de tres años. En el presente estudio solo 2 de los 33 ojos tuvieron aumento de PIO y ambos tenían antecedentes de incrementos en la PIO. Estos pacientes fueron exitosamente tratados con medicación, sin necesidad de cirugía.

Reconocemos que se trata de un estudio relativamente pequeño, reflejando la naturaleza de un estudio de un solo centro. Sin embargo los resultados coinciden con el estudio FAME y proporcionan información de la práctica profesional para respaldar dichos resultados.



La presente evaluación del tratamiento con implante de fluocinolona acetónida 0,19 mg, en la práctica profesional, proporciona pruebas adicionales de que el tratamiento es efectivo y seguro para pacientes con EMD y puede aportar beneficios sostenidos a pacientes con una patología que no ha respondido a tratamientos anteriores.

Ciertamente son pocos pacientes, pero será un buen complemento para ojos pseudoafáquicos.

OFTALMÓLOGO ESTEPONA



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